La productividad en sectores estratégicos para la economía chilena enfrenta un obstáculo común: las brechas de los colaboradores asociadas a las competencias laborales. Para diversos expertos, estas falencias impactan directamente en la seguridad, la excelencia y la continuidad operativa, por lo que urge avanzar en procesos de capacitación y certificación que garanticen una fuerza laboral preparada.
Para Carolina García-Huidobro, gerente técnica de MG Certifica, el desafío se observa tanto desde la perspectiva de los trabajadores como de las empresas. Por un lado, un profesional con experiencia en un oficio puede optar por la certificación de competencias laborales bajo los estándares de Chile Valora, lo que le otorga un reconocimiento formal de sus conocimientos.
En cambio, quienes no cuentan con experiencia deben iniciar un proceso formativo sólido, con suficientes horas teóricas y prácticas, que aseguren el aprendizaje necesario para desempeñarse de manera segura.
Asimismo, según García-Huidobro, las compañías, en tanto, deben asumir la tarea de identificar con precisión si los postulantes y trabajadores cuentan con las competencias requeridas para el cargo.
“Para las empresas, el desafío es verificar que su equipo tiene las capacidades teóricas y prácticas que exige la operación. La certificación les asegura que los trabajadores están preparados para desarrollar un oficio determinado de forma eficiente, productiva y segura”, comentó la gerente técnica de MG Certifica.
El caso del sector portuario
Uno de los ejemplos más claros es la industria portuaria, donde la identificación de brechas de competencias resulta clave para mantener la seguridad y la productividad.

“En este sector, la evaluación considera no solo los conocimientos técnicos, sino también las habilidades prácticas y aspectos actitudinales que influyen directamente en la operación. Si logras identificar las brechas, es posible ejecutar acciones de capacitación específicas para corregirlas, logrando un desempeño adecuado”, detalló la gerente técnica de MG Certifica.
Desde MG Certifica destacan que uno de los grandes desafíos es que más organizaciones decidan incorporar la certificación de competencias como parte de su estrategia.
“El verdadero reto es que las empresas incluyan procesos de evaluación dentro de su planificación anual. Hoy existen evaluadores a nivel nacional, lo que facilita a cualquier organización acceder a este sistema de forma ordenada y fácil, contribuyendo al desarrollo profesional y a la seguridad de sus operaciones”, sostuvo García-Huidobro.
Impacto en la productividad y la empleabilidad
De acuerdo con un estudio de Chile Valora sobre la valoración empresarial de la certificación de competencias laborales, este mecanismo es ampliamente reconocido como un aporte a la empleabilidad y a la productividad de los sectores.
En esa línea, García-Huidobro destacó que también es necesario fortalecer políticas públicas que amplíen el acceso a capacitaciones en oficios y carreras técnicas. Asimismo, la experta sostuvo que el país debe establecer estándares claros para sectores como transporte, operación de equipos o construcción. Los cursos deben contar con contenidos mínimos definidos y estar validados por un sistema nacional que asegure calidad y pertinencia.
Finalmente, la ejecutiva recalcó que la certificación no solo reconoce la experiencia adquirida en el trabajo, sino que permite abrir oportunidades de empleo formal a miles de personas. Por ese motivo, expertos como Carolina García-Huidobro ven la certificación como una herramienta que salva vidas y que asegura la productividad. La evaluación periódica de competencias permite anticipar riesgos y elevar los estándares de las industrias más desafiantes del país.
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